19 Oct Un tiburón blanco rompe la jaula de seguridad en la que se encuentra un buceador
Un tiburón blanco rompe los barrotes e ingresa a una jaula de seguridad en la que se encuentra un buceador. Las imágenes que vais a ver a continuación han dado la vuelta al mundo y conmocionado a todo aquel que las ha visto:
Todo ocurrió en México. Y la actividad que habéis visto en las imágenes es habitual en la isla de Guadalupe, ya que se trataba de una actividad turística que permite salir en barco a vivir la experiencia de ver de cerca los impresionantes y tan temidos tiburones blancos.
Una experiencia solo apta para los amantes del riesgo y las emociones fuertes.
A pesar de lo impactante de las imágenes, conviene destacar que los tiburones blancos más que agresivos son curiosos. Y es eso precisamente su curiosidad lo que le llevó a meterse dentro de la jaula de seguridad.
Este tipo de excursiones existe porque resulta realmente increíble ver de cerca un animal tan espectacular. Y los organizadores, para atraer a los escualos hasta el barco, suelen utilizar trozos de atún atados a un cabo que actúa como cebo.
Aseguran los implicados que no utilizan el atún para alimentar a los tiburones, sino que retiran el alimento antes de en el momento adecuado para que la carnaza no se convierta en alimento pudiendo modificar la conducta de los tiburones.
Los tiburones de isla Guadalupe se alimentan de manera natural de elefantes leones marinos que habitan en la isla, además de muchos peces que les sirven de «aperitivo».
Los barcos que permiten realizar este tipo de experiencias se encuentran regulados por el Gobierno mexicano y por el Santuario de Tiburones Blancos en el que se encuentran. De esta manera logran tener alejados a los cazadores furtivos y protegerlos.
Muchas personas han realizado esta actividad sin incidentes antes de que ocurriera lo que podemos ver en el vídeo. Y en este caso, lo que ha ocurrido, lejos de acercarse a muchos titulares sensacionalistas en los que aseguran que el tiburón trataba de comerse al buceador, es que al tratar de coger el trozo de atún que utilizan como cebo, el tiburón chocó contra la jaula de seguridad en la que se encontraba el buceador.
El tiburón no estaba tratando de comerse al hombre, ni quería meterse dentro de la jaula. Afortunadamente, el buceador, que no era un novato, encontró su punto de salvación al fondo de la jaula y esperó hasta que el escualo pudo salir de la jaula en la que de repente se vio preso.
El buceador resultó ileso y el tiburón, aunque con algunas heridas leves, también salió airoso de esta impactante situación.
Un final feliz para los protagonistas que ha puesto sobre la mesa el debate acerca de las medidas de seguridad en este tipo de experiencias.