09 Feb ¿Puede este dispositivo limpiar los océanos?
Lo que comenzó como un proyecto de la escuela secundaria de un adolescente holandés, podría hacer historia. Boyan Slat, un joven con muchas inquietudes ha ideado un innovador proyecto de limpieza de océanos con el objetivo de limpiar de él las incontables toneladas que se han vertido.
Hace apenas unas semanas todos los medios nos dejaban estupefactos al lanzar a la luz una realidad que muchos, hasta ahora, no queríamos ver: en 2050, habrá en los mares y océanos más plástico que peces.
«Al año se vierten al océano entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plástico, cuyas consecuencias no sólo afectan a la fauna marina sino que nosotros mismos nos vemos perjudicados directamente fruto de la contaminación de nuestra cadena alimenticia.»
«Un estudio presentado esta semana en el Foro Económico Mundial de Davos ha arrojado datos escalofriantes sobre la salud de nuestros océanos. Si en 10 años se calcula que habrá una tonelada de plásticos por cada 3 toneladas de peces, para 2050 se espera que la proporción de plástico en el mar sea por primera vez mayor a la de peces.» Informa a través de esta noticia Discovery Max.
Hasta ahora las propuestas para limpiar los océanos giraban, en su mayoría, por enviar barcos que recogieran los plásticos que encontraban a su paso. Es precisamente sobre esto sobre lo que Boyan Slat no paraba de pensar; quizá, más que en la propuesta, en crear otra de bajo coste que fuera más efectiva. Y tras mucho trabajar en ello, la idea definitiva tomó forma: Su propuesta consiste en instalar una gran barrera angulosa en las áreas de mayor acumulación de basura en los océanos y aprovechar las corrientes marinas para que lleven la basura hasta allí, donde es recogida.
La idea de Boyan Slat la podemos resumir en una pregunta: ¿Por qué pasar a través de los océanos si los océanos pueden moverse alrededor de este sistema?
La idea es tan simple, tan clara, tan aparentemente importante que el vídeo que promocionaba el proyecto fue visto en muy poco tiempo recibió millones de visitas. «Por qué no estamos financiando esto?» era la pregunta habitual de los usuarios.
La financiación no es el único problema. Lo primero a pulir es la resistencia del elemento, ya que podría no resistir la primera tormenta o un maremoto. Pero además, el amarre de algo tan grande y tan delicado a profundidades oceánicas que alcanzan hasta 4000 metros, no sería una tarea fácil. Aunque tampoco hay imposibles. Quizá pronto se encuentre solución a todos los interrogantes que frenen la construcción de este sistema que podría reducir en tan solo unos años el enorme impacto del hombre en los océanos.