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Dos australianos crean un basurero acuático que recoge la basura del mar

Dos australianos crean un basurero acuático que recoge la basura del mar

seabin project

Hace tan solo unas semanas hablábamos sobre cómo frenar la contaminación marina (por nuestro propio bien). El impacto cero es muy difícil, pero sí son muchas las medidas que podemos tomar para evitar que nuestros desperdicios acaben en el mar causando daños casi siempre irreparables.

Ante el problema de la basura que acaba en mares y océanos, algunos deciden actuar para tratar de frenar este gran problema. Es el caso de dos jóvenes australianos que decidieron poner su granito de arena en esto de la preservación del medio ambiente y los fondos marinos diseñando lo que han llamado Seabin Project; un artilugio que prescindiendo de detalles técnicos, podríamos definir como un cubo o contenedor de basura acuático capaz de recoger las basuras que acaban en el mar.

Este artilugio está diseñado para utilizar en todo tipo de espacios acuáticos, no solo los mares, también está pensado para limpiar muelles, vías fluviales, lagos, puertos, vías de agua, clubes náuticos…
Consiste en un recipiente que actúa desde la superficie y es capaz de atraer todo tipo de basuras flotantes: plásticos, objetos, combustibles, etc.

De momento, como su propio nombre indica, Seabin es solo un proyecto. Pero un proyecto prometedor que cuenta con un prototipo que demuestra su eficacia a la hora de limpiar las aguas de basuras flotantes y dos emprendedores ilusionados que confían en su proyecto y en que un mundo más limpio y responsable es posible.
Actualmente buscan financiación que permita materializar la idea, o más bien permita establecer una producción del artilugio y lanzarlo al mercado.

Han logrado demostrar la eficacia de Seabin cerca de las fuentes del problema, en entornos controlados. Y es que los puertos, puertos deportivos y clubes náuticos son el lugar perfecto para empezar a ayudar a limpiar los océanos. No hay enormes olas oceánicas abiertas o tormentas en el interior de los puertos deportivos, se trata de ambientes relativamente controlados.
Cierto es que no abarcan la totalidad del problema de la contaminación marina. Y son conscientes de ello. Pero también saben que es un buen comienzo… y muy positivo.

Y como una imagen —a veces— vale más que mil palabras, mira: